Esto no es un hasta luego, es un adiós

29 diciembre 2010

Echo el cierre. He invertido muchas horas de mi vida en intentar cambiar algo que la gente quiere dejar como está. No se puede luchar contra los elementos. Contra los elementos que pasean por esta ciudad, me refiero. A partir de ahora, mutaré a un jaenita de a pie que hace lo que quiere, cómo quiere y cuando quiere sin rendir cuentas a nadie. Es más cómodo así. Cada uno tiene lo que se merece y nosotros -aunque no debería incluirme- nos merecemos esta ciudad.

Quiero agradecer a aquellos que desde el principio habéis seguido el blog, especialmente a aquellos que lo han hecho desde el extranjero. En estos meses hemos pasado buenos ratos juntos, pero es hora de dejar de perder el tiempo y dedicarlo a otros menesteres.

En esta ocasión no voy a despotricar contra los gremlins, jaenitas, viejunos, habitantes del Castillo de Grayskull, Pequeño Eje o las fuerzas de la inseguridad y del desorden. Mi legado ha estado publicado durante demasiado tiempo. Aprended de él, mentes inferiores. Parafraseando a Celtas Cortos: ¡Nos vemos en los bares!


PD: esta entrada no admite comentarios y tras 48 horas el blog será borrado de forma irrevocable.

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