¿Tenemos la prensa que nos merecemos?

06 octubre 2009

Un periódico es uno de los elementos más importantes de comunicación en una sociedad. Además, leyendo u ojeando un diario se pueden sacar muchas conclusiones de la ciudad en la que nos encontramos. Ayer por la mañana, ojeando el diario Jaén recordé la razón porla cual no suelo leer prensa regional jienense. A la clara orientación política de esta publicación (tampoco hace mucho por disimularla) se suma el formato del diario, donde predomina más la foto que el texto. Eso sugiere dos cosas. En primer lugar, lanza un mensaje muy claro a los lectores, a los cuales trata como usuarios que no son capaces de leer más de tres párrafos seguidos, por lo que hay que llenar las páginas con fotos vistosas para que no haya que hacer un esfuerzo muy grande. Y en segundo lugar, de esta línea editorial de claro predominio fotográfico se destila que no hay muchas cosas que contar y, si las hay, no hay suficiente personal para cubrirlas.

Un periódico regional debería ser un vehículo bidireccional transmisor de información entre la sociedad y el órgano de poder vigente, no un montón de páginas que los lectores sólo miran para ver si aparece alguien conocido en las fotos. La contraportada del diario Jaén en la edición de hoy estaba de dedicada a un joven que decía que "el tunning es un estilo de vida". Impresionante. Así nos va.

Al otro lado del ring se encuentra el diario Ideal. En mi humilde opinión este diario es más serio que su homólogo, con noticias más constrastadas y con periodistas de calidad redaccional más elevada que sus rivales (estoy generalizando, que no se enfade nadie). No en vano, el grupo Vocento (al que pertenece Ideal), es más potente en prensa regional que el de diario Jaén (PRISA). Además, si nos fijamos en las páginas webs, Ideal gana por goleada a su rival, al que parece que le cuesta actualizar o activar el gran paquete de contenidos que nos oferta.

En este punto recuerdo a periodistas del corte de Fernando Arévalo. Fernando, al que yo mismo entrevisté en una ocasión, no se casaba con nadie, decía lo que quería, como quería y cuando quería. La ventaja de los años quizás. Faltan más Fernandos Arévalos, periodistas de raza que diseccionen con un bisturí a modo de pluma la idiosincracia jienennse sin temor a mancharse. Dejemos de fotografiar a todos los alumnos de los colegios para que sus padres recorten lafoto del periódico y hablemos de que tenemos Jaén patas arriba por culpa de un tranvía que no quiere nadie. ¿Acaso algún medio de comunicación ha hecho alguna encuesta a gran escala para palpar el sentir de la gente por la situación de obras que vivimos? Nadie, eso no interesa, pero fotografiar el concurso de hacer migas de las fiestas de un pueblo perdido de la mano de Dios es periodísticamente relevante. Ahora que se nos fue el maestro Arévalo, encomiendo toda mi fe periodística a Jorge Pastor, redactor de Ideal, que es el único que, dentro de lo que le permiten, habla en plata. Y siempre con el dato en la mano.

Para ir concluyendo, quiero dejar constancia de la duda que me apesadumbra. ¿Tenemos la prensa que nos merecemos? Es decir, ¿diario Jaén e Ideal tiñen algunas de sus páginas con (con perdón) "paletadas" porque es lo que demandamos? ¿O es que consumimos dichos diarios porque no hay más ofertas? La publicación Viva Jaén la ignoro porque estamos hablando de cosas serias.


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