Gañanes internacionales

15 septiembre 2010


Jaenadas les presenta en exclusiva para España un artículo extraído -y traducido por Máximo- de la edición del 13 de septiembre del prestigioso Daily Telegraph londinense. Como podrán comprobar, esta es la fama que Jaén exporta. Ni aceite de oliva, ni sierra virgen. La gañanería es lo que mejor ofrecemos. Además, son gráficos los comentarios al artículo que se pueden leer debajo en el enlace original, en los que escriben inglesas que estuvieron en España y jamás escucharon esas cosas. Evidentemente ellas estuvieron en otras ciudades, no en Jaén. Como ustedes saben, Jaenadas ya se había hecho eco de esta fea manera de piropear a las chicas y hacer el gañán. Disfruten de un artículo en el que el equipo de Jaenadas les ofrece en primicia española:

<< ¡Rubia! Es una de las primeras palabras que aprendí cuando llegué a España. Hará un año, caminando por la calle dos hombres me lo gritaban desde la ventana de su coche. ¡Rubia! Quería darles las gracias por recordarme que de hecho soy rubia, pero primero no tenía la suficiente confianza y segundo el semáforo se había puesto en verde.

Dejé Londres después de una decisión súbita cuando trabajaba en el turno de noche y decidí que quería un cambio. Un mes más tarde llegué a Jaén, una pequeña ciudad de Andalucía, sin saber una sola palabra de español, pero ansiosa de aprender y preparada para el desafío. El lenguaje, sin embargo, no era el único desafío que tenía por delante.

Al principio, la constante mirada no me molestaba. Yo era extranjera, yo parecía totalmente diferente, era algo a lo que tenía que hacer frente. Pero cuando estás intentando encajar y sentirte como en casa en un lugar, destacarse lo hace más difícil. En una ocasión, una persona mayor se acercó a mí. Yo pensaba que me iba a preguntar por la hora, pero no, él sólo me gritó “¡Rubia!” cerca de mi cara.

El problema de verse diferente es que llamas la atención, y eso tiene sus ventajas y desventajas. Gracias al color de mi pelo, conocí a una colega paisana, Claire, en Jaén. Estaba de vuelta del supermercado cuando escuché el común…“¡¡Rubia, rubia!!”

Dispuesta a mirar hacia arriba lanzando una mirada de desaprobación (realmente no soy muy buena en cosas así), vi otra rubia al otro lado de la calle. Me acerqué, me presenté e inmediatamente nos contamos nuestras frustraciones.

“Ni siquiera creo que sea porque me ven atractiva”, me decía Claire, “ellos sólo ven el color de mi pelo y me lo gritan". Es molesto y llega a ser pesado. Aunque tengo que decir que me he acostumbrado a ello y tengo que admitir que cuando voy por la calle y no lo escucho… ¡me siento ligeramente ofendida!”

Claire se vino a Jáen hace 5 años desde Whitby para casarse con su entonces novio español. A pesar de que ahora ella habla bien el español, ella ve que ser rubia sigue siendo una lacra.

“La gente de Jaén piensa que no sé hablar su lengua, quizás porque mucha gente inglesa vive en España no trata de aprender el idioma. Algunas veces los he escuchado cosas bastante groseras sobre nuestro país, pensando que no les entendía. Si no fuese inglesa y educada, les contestaría de forma bastante borde”.

Otra desventaja es que la gente te reconoce más fácilmente. Después de una noche un poco loca en una fiesta de cumpleaños, al día siguiente me estaba sintiendo ligeramente más sofisticada bebiendo un vaso de vino, cuando escuché a dos hombres en la mesa de enfrente diciendo: “Mira, mira, es la chica rubia del pub de anoche, ¿te acuerdas? La rubia” En estas situaciones creo que es mejor aceptar que eres extranjera y hacer como que no entiendes nada.

También soy un imán para aquellos que quieren practicar su inglés, sin importar el nivel que tengan, lo que puede llevar a conversaciones difíciles y frustrantes. Una noche que ya estaba un poco harta decidí hacerme pasar por alemana. Me quedé sola por una noche, pero más tarde pagué el precio. Como ya he dicho antes, Jaén es pequeño y al día siguiente un vecino vino a preguntarme si mi padre o mi madre eran de Berlín. Y no importaba las veces que yo explicase que yo era periodista, más tarde me preguntaban si daba clases de inglés.

Otro error bastante más serio que tuve fue cuando decidí ir al cine a la hora de la siesta. Había estado estudiando toda la mañana y pensé que iría a ver una película en español como premio por mi duro día de trabajo. Estaba yendo tan feliz hacia el cine cuando dos hombres aparecieron de repente, me empujaron al suelo y me quitaron la cartera. Sospecho que ellos pensaron que era extranejera y debía llevar dinero (sólo una de las dos cosas era cierta). Dolorida y sacudida, fui al hospital y por suerte no había nada roto. El doctor me llamó “un blanco fácil” – una chica obviamente extranjera, caminando por mi cuenta en una calle desierta. Yo no estaba segura de estar de acuerdo con él y si había sido sólo mala suerte. Me dio una buena excusa para empezar a dormir la siesta.

Ir con Claire por Jaén es una experiencia diferente a todas. Creo que la gente estaba tan sorprendida de ver una pareja de extranjeras en su pequeña ciudad que se quedaban pasmados para poder decir algo. Todavía nos miraban con cara como de decir: “qué harán esas dos inglesas por aquí”. Pero ningún viejo nos gritaba.

“¿Sabes? Quizás deberíamos considerar la idea de llevar sombrero…pero haría demasiado calor” me decía Claire “…o teñirnos el pelo oscuro…pero seguiría teniendo mi cara pálida y mis pecas…sospecho que siempre seremos diferentes”

Ella tiene razón, si quiero permanecer aquí tengo que acostumbrarme a ello. Quizás necesite aprender a estar más orgullosa de ser una chica de Inglaterra y aprender algunas respuestas rápidas para cuando me griten la próxima vez “¡Rubia!” por la calle. O. como decidí hacer más tarde en la Copa del Mundo de Fútbol, tal vez debería intentar adaptarme aún más y sólo por eso iba permanentemente pegada a los colores de la bandera española y vistiendo una camiseta de España. >>

Traducción cortesía de Máximo
Fuente de la imagen: Daily Telegraph

12 comentarios:

Kako dijo...

Me ha dado vergüenza ajena leer este artículo (no por el artículo, si por su contenido). Estamos a años luz de convertirnos en ciudad, estilo Granada o Córdoba. Seguimos siendo cuarto gañanes de pueblo.
Hay una cosa que me llama la atención mucho de Jaén, parece que los que han vivido toda la vida en Jaén y no ha salido de allí más que para ir al Puente de la Sierra o a Torredelmar, creen que Jaén es suyo y que lo que ellos piensan de Jaén es la verdad absoluta. Y esa verdad habitualmente es lamentable. Esa es una de las lacras de Jaén.

Anónimo dijo...

rafis perdona el comentario as leido el ideal dicen que las escaleras de la gamba de oro solo seran para BAJAR JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ .Calle nueva ala to dios al bar luego con la moña sale recto y al que te pille el tren.jose antonio

Rafistalkis dijo...

Qué fuerte. Lo que estoy leyendo son los comentarios de la gente. Hay uno de Linares que dice esto:

"Nos has dado la alegría del día en Linares .unas escalera mecánicas para bajar!!!!! jajajaj! la de reír que nos vamos a pegar en mi ciudad metiendonos con nuestros amigos de Jaén."

Con eso se resume todo.

samadhi dijo...

Supongo que todo eso que cuenta esta señorita es cierto, pero no puede decirse que la crítica (en su mayor parte intrascendente) sea amable, ni tan siquiera compasiva; más bien destila una dosis de atolondrado esnobismo adolescente que mira al español provinciano por encima del hombro. El eterno español que huele a ajo y al que se le ve de lejos el pelo de la dehesa, diana facilona para una jovencita británica pagada de sí misma.

Rafistalkis dijo...

Samadhi, el acoso por las calles a las mujeres, el gañanismo y las faltas de respeto son inherentes a la sociedad jienense. Lo que hagan fuera me es bastante indiferente, pues vivo aquí y no fuera. Me sirve de referencia, nunca de paradigma. No hagamos lo de siempre: criticar al que critica. Centrémonos en la crítica que nos hacen, veámos si es cierta -que sí lo es- y hagamos auto-reflexión.

Vivimos en una ciudad que supuestamente lucha para que sus ciudadanos usen más sus piernas que el vehículo, pero que luego construye (presupuesto de 500.000 euros, ojo al dato) unas escaleras de diez peldaños sólamente de bajada. El problema no es la pobre chica inglesa que ha sufrido una de las miserias de nuestra sociedad, sino la gentuza con la que tristemente convivimos.

Esa chica inglesa tiene más vivido que cualquiera de nosotros, por no hablar de su cultura, iniciativa y capacidad de adaptación a pesar de las tristes circunstancias. Sólamente ha tenido la mala suerte de llevar sus pasos a una ciudad de la que tiene poco que aprender y mucho que lamentar.

Máximo dijo...

Bueno pues yo que he colgado la carta la verdad que veo que la chica ha exagerado un poco, porque se ha centrado en eso como resumen de un periodo que ha pasado en nuestra ciudad, cuando seguro que también habrá tenido sus experiencias positivas. Porque supongo que como inglesa habrá disfrutado de las buenas fiestas y habrá alucinado con los precios en comparación con Londres, ciudad sobrevalorada donde las haya y de la que yo también podía haber escrito de cómo pasé 5 días en dicha ciudad y jamás vi un británico atendiendo al personal en ningún tipo de establecimiento, sólo estranjeros, y ellos eso sí, de yupies por la calle todo el día. O como veía a la gente borracha, niños también, tirados en la calle a las 8 de la tarde.

Pero la carta cuando la leí me sorprendió bastante porque no hacía mucho tiempo Rafistalkis había publicado un post denunciando esto y justo va y aparece el artículo este nada menos que en el Daily Telegraph...cuanto menos es reseñable y curioso que nos mencionen por aquellos lares y también la forma en que lo hacen. Así que por eso la traduje. Que conste que estoy de acuerdo en lo que dice la carta, pero se ha centrado sólo en eso...tampoco es que tengamos muchas cosas buenas, pero es que se ha ensañado.

Pero vamos, que si alguien está escocido en su orgullo, cuando tenga otro artículo por ejemplo del New York Times o del Der Spiegel alabando la simpatía de los jiennenses o la productividad de nuestros aceituneros altivos que lo publique.

LUIS dijo...

La carta es un tanto exagerada pero no se aleja mucho de la triste realidad. Nos queda mucho camino por andar.
Lo de las escaleras de bajada es sencillamente, DE PENA.

Anónimo dijo...

es una realidad que jaen mas que una ciudad es un pueblo grande, pero quitando detalles como estos creo que no se vive tan mal aqui.
tratemos mejor a los desconocidos, pero tampoco demasiado bien o esto se va a llenar :S

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