Imbéciles (por Jorge Pastor)

19 agosto 2010

Les pongo brevemente en antecedentes. Ayer por la noche, por razones que no vienen al caso, tuve que coger el coche de madrugada. Llovía, la luna sólo se intuía entre nubarrones negros y los termómetros marcaban unos confortables 21 grados. Todo normal. Ni rastro de vida humana en Jaén. Y ahí que iba yo, circulando con relativa agilidad sin atascos, sin 'tanquetas' cargadas con raíles y sin operarios armados con cascos de obra y señales portátiles, a lo 'Village people', que detienen el tráfico cada dos por tres. En fin, qué les voy a contar yo que ustedes no sepan.

Pues eso, que ya iba el menda de regreso a casa cuando, de repente, en la calle Miguel Castillejo, me topé con dos contenedores situados cuidadosamente en medio de la vía para impedir que ningún automóvil pudiera pasar hacia arriba o hacia abajo. Evidentemente, aquella 'barricada' no fue colocada allí por los operarios del servicio de recogida de basuras, que bastante jodidos están con los retrasos en el cobro de sus nóminas, sino por algún gilipollas integral -intuyo que sería más de uno-, aburrido o borracho ¿quién sabe?, que no tiene otra ocupación a las 2,00 horas que cortar la calzada por su cara bonita y, de camino, multiplicar por cien el riesgo de sufrir un accidente.

Aquel episodio me hizo reflexionar sobre lo mucho que puede cambiar tu vida si te topas con un imbécil que, como tal, actúa sin atender a las consecuencias de sus acciones. Te levantas por la mañana, te cruzas con uno de éstos por la acera y la cagaste Burt Lancaster. Por eso, porque son un peligro, porque no conocen las normas y porque son unos memos, yo pienso sinceramente que la imbecilidad tenía que estar tipificada como delito en el Código Penal. Pero como esto no va a suceder -básicamente porque los imbéciles siguen cayendo simpáticos a otros que son más imbéciles que ellos-, pues me conformo con que el imbécil éste de los contenedores lea este comentario y si, por un casual, siguiera conservando algo de sentido común en sus cortas entendederas, sea consciente de que estuvo a punto de liarla. Imbécil, que eres un imbécil.


Post extraído del blog "Patatón y tentetieso" de Jorge Pastor (redactor del diario Ideal)

4 comentarios:

Rafistalkis dijo...

Le robo a Jorge un post de su recién nombrado blog "Patatón y tentetieso". Disfrutad de una píldora del mejor periodista de Jaén (en mi humilde opinión).

Anónimo dijo...

Lo de la esa calle es una odisea y lo digo con conocimiento de causa porque habito por la zona. Tres son ya los retrovisores que he cambiado a mi coche y una luna de atrás, porque estas criaturicas de dios de las que habla el artículo, disfrutan con ese deporte todos los fines de semana a la ida o vuelta de su templo de diversión. ¿Se imaginan ustedes la cara de gilipollas que se nos queda a los damnificados? Si ya de por si se está convirtiendo en misión imposible aparcar por la zona, la siguiente fase viene cuando uno se levanta por la mañana a coger el coche y va con los dedos cruzados pensando "Que sea lo que dios quiera..."

Máximo dijo...

¿Mejor periodista de Jaén? Pues sí que es una humilde opinión...

Artículo muy "revertiano", que es lo que está de moda, verdades como puños con 4 adornos, pero poco más, no veo mucho periodismo en el artículo, si se le puede llamar así, no sé que nombre le darán a la facultad de periodismo a este texto que nos has puesto.

A este paso le darás mérito a alguien que escribe sobre una baldosa mal puesta. Miguel Segovia debe ser un buen orador para ti, ¿no?

Rafistalkis dijo...

Máximo, eso es como si un día te dejo una nota de dos líneas y juzgas toda mi carrera por esas dos líneas. A este periodista hay que seguirlo día a día y verlo trabajar para comprender la complejidad de sus artículos. Lo de más arriba sólo es un texto escrito en un blog.

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