¿La Policía nos protege o se protege?

06 octubre 2009

Esta mañana, de camino al trabajo, he observado unas cosas que son, como mínimo, injustas (sino ilegales). Aparte de los consabidos desayunos diarios multitudinarios de la Policía Local en el salón de juegos Dakota, sobre el que ya hablamos en algún post anterior, he podido observar un vehículo municipal aparcado en medio de la carretera, o lo que es lo mismo, donde le ha dado la gana al conductor. Sé que en ocasiones y por motivos de trabajo, las fuerzas del orden público se ven obligados a abandonar el vehículo en cualquier sitio con el objetivo de ganar esos segundos que pueden separar a una desgracia de una alegría. Pero también sé, y de muy buena tinta, que aprovechan esa coyuntura y su autoridad para estacionar sus vehículos impunemente dónde les venga en gana sólo para tomar un café o hacer un recado personal.

Abusos policiales los hay, no nos vamos a engañar. Como en todas las profesiones, hay manzanas podridas. Todos hemos visto a policías circulando por calles en dirección contraria sin señales luminosas o acústicas. Todos hemos observado a grupos de policías en conversaciones interminables cuando a pocos metros se están cometiendo delitos o infracciones. Todos sabemos que la autoridad pública sabe dónde se vende droga o que los sábados por la noche no hay ni un sólo conductor sobrio en Jaén y no hacen nada para evitarlo. Todas esas cosas las sabemos. Y ellos también.

Curiosamente vivo muy cerca de una comisaría de la Policía Nacional. Sin embargo, no quiero entrar a criticar a esos "policías" que puedo observar en mi puerta, con una barriga de medio metro de diámetro, gafas de culo de vaso y expresión de no haber cogido un libro en su vida ni para abanicarse. Por hacer un simil, un grupo de "Torrentes" con detalles de los Hombres de Paco. No obstante, lo que quiero criticar en esta ocasión es el uso indebido que hacen de los elementos comunes. Como ustedes podrán observar si pasean por allí, la mitad de los aparcamientos de la calle es de su propiedad (pese a que esa comisaría está destinada a ser cochera). No contentos con ello, se dedican a mover la valla que se puede observar en la foto para ganar un sitio más que les permita estacionar sus vehículos particulares. Un ejemplo: un buen día por la tarde estaba en mi portal esperando a que mi novia me recogiera. Pude ver cómo una persona salía de la comisaría, retiraba dicha valla y salía tranquilamente con su coche. Pero se le olvidó una cosa…volver a colocar la valla, por lo que cualquier conductor egoísta, insolidario y cruel podría aparcar en dicho aparcamiento que cada año paga con sus impuestos. Cuando uno de esos conductores se dispuso a estacionar su vehículo pude ver a uno de esos policías que he descrito anteriormente cómo salió de su cueva imitando a una exhalación para plantarse en medio de la carretera, levantar el dedo y decirle a ese ciudadano que no podía aparcar ahí. ¿La razón? Volver a colocar la valla para facilitar el estacionamiento de cualquiera de los cohes particulares de sus compañeros.

Para rizar aún más el rizo, si se fijan, la zona reservada que podemos ver a la derecha de la foto es "Para trabajadores accidentados". A primera hora de la mañana, la Policía Nacional coloca conos para que nadie aparque y mantener ese lugar libre para el efecto mencionado anteriormente. Sin embargo, ¿adivinan lo que he visto hoy? Un policía de paisano retirando un cono para aparcar su coche. Pero esto no esto no es todo, sino que los vecinos tenemos que aguantar cosas como que los amigos de los habitantes de la comisaria paren en la puerta, hagan sonar el claxon (en ciudad está prohibido salvo para evitar accidentes) y una cola de coches que llega casi al Paseo de la Estación tenga que observar atónita cómo el funcionario público charla animosamente sin prestar atención a lo que pasa a su espalda.

Podría contar cientos de casos parecidos a estos, como el día que uno de estos personajes llamó a mi casa para preguntar si desde mi domicilio se podía acceder a la comisaría (se había dejado las llaves dentro, no sé cómo pudo hacerlo). ¿Quién no tiene en su casa un pasadizo subterráneo que te lleva a una comisaría de la Policía Nacional?

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