Esos gremlins bajitos

20 octubre 2009



Gremlin. Dícese de aquel niñ@ que sólo levanta un palmo del suelo hiperactivo y maleducado. Lo podemos observar corriendo entre las mesas de los bares gritando y empujando las sillas, justo al lado de sus progenitores, quienes, ajenos y pasivos ante las fechorías del gremlin, ingieren litros y litros de cervezas mientras berrean junto a otros congéneres y actúan como si aún tuviesen 20 años. ¿Les suena esta estampa? A mi demasiado.

Da Ernesto, el Guanche, el Luque, el Batán, el Alambique...todos ellos son establecimientos hosteleros preparados para que los gremlins puedan jugar sin molestar a las personas de bien que pretenden disfrutar de una cerveza lejos de ruidos y agobios. Sin embargo, hay padres que, conscientes de que sus gremlins no están preparados para interactuar en sociedad, los introducen en bares llenos de humo y dejan que molesten al personal hasta límites insospechados. Pero, para no ser injusto, también hay padres y madres que los atan en corto y cuando se ponen demasiado revolucionados salen del local incluso sin haberse terminado sus consumiciones. Pero quiero dirigir mi dardo hacia los otros "padres".

Una de las actitudes que más me pueden molestar es la del padre que deja que su gremlin moleste a todos y cada uno de los clientes y que, además, destroce servilleteros, ceniceros y resto del mobiliario del establecimiento sin apenas inmutarse. Sin embargo, cuando uno de esos clientes o cualquier camarero se dirige a reprender suavemente al gremlin por su actitud (cosa de debería hacer el "padre"), el progenitor se levanta de la silla como una furia, medio borracho, como si a su gremlin le hubieran pegado la peor de las palizas. Luego vemos como esas pequeñas personas se van haciendo más grandes y se convierten en lo que vemos ahora por nuestras calles: una juventud sin valores, irrespetuosa, inculta y carente de motivaciones. protegidos por un estado y unas leyes paternalistas que ofrecen muchos derechos y exigen pocos deberes. La actitud del "padre" que he descrito antes quizás es una metáfora de lo que sucede con nuestros adolescentes hoy en dia.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Que yo sepa, en algunos de estos establecimientos existen carteles de prohibición, como prohibido fumar, prohibida la venta de bebidas alcohólicas, prohibida la entrada de perros... Pero nunca se ha visto en un bar o restaurante la prohibición de entrada de niños, y mucho menos como tú dices: gremlins. Mira, no sé si tendrás hijos o no; aunque por tu manera de hablar sobre esto, daría por hecho que no los tienes. Si no los tienes: ya te enterarás de que a un niño le tienes que dejar jugar (siempre y cuando no moleste, que en eso puedo estar algo de acuerdo). Y si los tienes: pobrecitos, que tienen a un padre que no les deja disfrutar de su infancia. Un consejo: cuando sean grandes lo recordarán. Mira, a un niño le molesta que un adulto esté fumando al lado suya, pero claro, no pasa nada, verdad? porque no está prohibido fumar. Pues, si a un adulto le molesta la presencia de un niño que se aguante (por no decir otra cosa) porque no está prohibida su presencia. No te digo nada más...

Rafistalkis dijo...

No, no tengo hijos. Pero es por eso mismo, como no tengo hijos no quiero aguantar los de los demás. Yo no tengo que soportar que los padres, cansados de sus hijos, se los lleven al bar que se desfoguen a costa del resto de clientes y así caigan rendidos al llegar. A mi me da igual que haya niños al bar, lo que me irrita es que molesten. Al igual que me da igual que haya borrachos en un bar, lo que me fastidia es que molesten.

SONIA dijo...

Cuando tengas hijos lo entenderás. A los niños no puedes tenerlos encerrados en casa. Ya, ya sé que existen parques y plazas donde llevarlos, pero estarás conmigo que los padres también tienen derecho a darse un pequeño homenaje con sus polluelos y visitar un bar. Por eso los bares que tienen terraza amplia, suelen tener niños y esto hay que tenerlo en cuenta. Estoy de acuerdo contigo en que existen los padres huebones que no les molesta en absoluto que sus crios estén dando la vara al personal. Pero hombre, oir jugar a niños, sus risas, no es molesto y si te molesta, vete a establecimientos donde sabes que es no es usual ver a niños.

JOSE dijo...

Ya me gustaría que hablaras de algo que te parezca bien, porque chico eres la pera. Te molesta todo y como colofón hasta los niños. Entérate que los padres no se cansan de sus hijos, en cualquier caso se agotan porque no pueden aguantar su ritmo, pero cansarse no.

Máximo dijo...

Totalmente de acuerdo con el artículo Rafistalkis.

A mí también alguna vez me han dado la vara, lo que hago es cuando pasan por mi lado les doy un codazo en la cabeza y ya verás como la próxima no pasan por ahí y molestan a otra persona. Y los padres, mientras tanto, a 10 metros pasando 3 pueblos del hijo.

También alguna vez le he dicho a alguno que se fuese a molestar a su padre y no a mí.

Es cierto, lo peor de todo es algunos padres que maleducan a sus hijos, ...están superprotegidos, antiguamente si dabas por saquillo un tirón de patillas u oreja en su defecto y a llorar...así nos va, cada vez la juventud a peor y más desquiciados que nunca con miles de problemas y sin saber nada de normas de educación.

Rafistalkis dijo...

A ver, estáis hablando de los derechos de los padres y os olvidáis de los de los consumidores. Os pongo un ejemplo. Si un borracho entra un bar y comienza a molestar a los clientes...¿también os parece bien? Pues en caso se puede decir que todo el mundo tiene derecho de vez en cuando a evadirse bebiendo, que los bares están para eso y si no quédate en casa. No usemos distintas varas de medir, por favor.

Follamimbres dijo...

Es mas hay borrachos a los que directamente no les dejan ni entrar nada mas verlos entrar por la puerta.
Pero claro aqui hay que aguantar las OBLIGACIONES de los demas y si no te llaman intolerante, veamos es tan simple como: Tengo perro? No con lo cual no tengo por que aguantar perros baboseandome al entrar en un portal, excrementos y orin en las calles, tengo hijos ? No con lo cual no tengo que aguantar a niños pegando patadas en los asientos del cine y ni que esten tirando bolas de papel en los bares...

En una palabra cada uno tiene lo que quiere y debe asumir las consecuencias que ello conlleva, yo fui niño como todos un dia y la verdad bastaba con que me llamasen cuando me estaba colando pa yo sin rechistar sentarme a relajarme un poco.

Pero bueno como somos tan tolerantes esta noche a eso de las 11.30 que todavia se puede poner musica y tal me voy a llevar un amplificador a valvulas de 100 W a ponerlo a to pijo y tocar un ratillo hasta las doce ... es mas no, mejor aun, llamo al otro guitarra de mi grupo y al bateria y montamos en mi casa el local de ensayo... si total somos tolerantes... o acaso tengo que aguantar yo al vecino de la corneta en epoca de semana santa a las 3 de la tarde ???

Asi que con eso os planteo... quizas no sea un problema etico de estas personas y no de tolerancia ??


Saludos fermines!

Anónimo dijo...

toda la razón en el artículo rafistalkis. Vuestros hijos son unos monstruos, aguantadlos vosotros

Anónimo dijo...

En una caseta de feria un hijo de un matrimonio amigo mio desguazó un servilletero. Mientras lo hacía, sus padres hablaban conmigo estando yo más pendiente del niño que ellos. Para colmo tras esparcir por el suelo todo el contenido, continuó dándole patadas al servilletero lejos de nosotros alrededor de otras mesas, y en una de ellas con personas sentadas bebiendo volvió a coger otro que le fue retirado rápidamente por una chica de las que estaban en esa mesa. Personalmente creo que es una cuestión de educación, ya que si hubiera sido mi hijo (que por cierto no tengo), no hubiera hecho nada de lo descrito, o casi nada.

Anónimo dijo...

pero no, según estos padres que escriben más arriba que son más cafres que sus propios monstruitos, hay que dejarlos, no puedes quitarle la libertad al niño. Y una mierda!!(con perdón)

Rafistalkis dijo...

Y por no hablar del cine, que cuando fui a ver la última de Batman (vaya peli para un niño y vaya padres) se sentó detrás una familia con el niño pequeño pegando gritos y los padres, lejos de regañarle, le contestaban en el mismo tono. Vamos, como si estuviesen en el salón de casa. Pero bueno, no pasa nada, como no está prohibido que entren gremlins, no podré quejarme.

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