Diario de un conductor...de Jaén

23 octubre 2009



Qué día llevo. A v
er si llego a casa de una vez, que es viernes y tengo bastantes ganas. Me monto en mi coche. Primera y adelante. Vámonos de rally a ver si nos caemos en ninguna zanja. Un peatón me grita algo sobre mi árbol genealógico. ¿Por qué? Yo no he hecho nada. Anda sí, que había allí un paso de cebra. Joder, si es que no se ven. Los pasos de peatones deberían ser cebreados, no del mismo color del asfalto. ¿Qué pintura usarán? De los chinos, seguro. Pero luego lo cobran como si el mismísimo Salvador Dalí se hubiera levantado de la tumba y hubiera pintado el paso de cebra. Bueno, sigamos.

Voy a bajar por el Paseo de España. Me pongo en el carril derecho, que soy un conductor ejemplar. Dios, si lo sé me quedo en el izquierdo, que me la estoy jugando teniendo que sortear a tantos coches en doble fila. Me cambio al izquierdo. Peor, aún. Cuatro coches han estado a punto de darme porque salían de aparcar sin mirar. Bueno, haré como el resto, por el medio. Tiene bemoles que hagan una calle de cuatro carriles y que haya que circular por el medio. Bueno, ya he llegado al Paseo de la Estación. Sólo he tardado 15 minutos. No está, aunque andando hubiera tardado 2. Mierda, semáforo en rojo. Conecto la radio y enciendo un cigarro. Se pone en verde. Medio milisegundo después un gañan me pita. Tontos hay en todos lados. Meto primera y puedo oir como todos los coches que tengo detrás, en orden, accionan su claxon. Pi, pi, piiiii. Anda, si no sólo había un tonto, si no que detrás había muchos. ¿No está prohibido tocar el claxon en poblado salvo para evitar un accidente? Parece ser que no. Habrán cambiado la norma y ellos sí lo saben.

Dos segundos después, al modo Fernando Alonso, hago una salida espectacular, no sea que se enfaden esos señores que tengo detrás que seguro que tienen cosas muy importantes que hacer en sus vidas llenas de retos y aventuras. Ya llego a mi casa. Ahora a aparcar. Aquí no, aquí tampoco y aquí menos. Llevo ya quince minutos, buscaré un poco más lejos. Nada. Pero nada de nada. Mira, un coche de policía local en medio de una zona rallada. ¿Y por qué ellos aparcan donde quieren? Ya los veo, saliendo de aquella cafetería riéndose. Qué duro es su trabajo, teniendo que entrar con desgana a bares con peligrosos cafés con leche y amenazantes tostadas con tomate. Bueno, que dejo el coche donde pueda, a ver por el Bulevar, es un poco lejos pero ya estoy harto. ¿Qué pasa aquí? Lo de la preferencia en el Bulevar, como que la gente no lo entiende. ¡Ahí, ahí! ¡Toma, aquí lo dejo! Anda, si es el mismo sitio donde estaba antes. Tiene huevos. Es verdad señora alcaldesa, Jaén se ha convertido en un sitio donde no hace falta coger el coche. Así, me gusta cumpliendo promesas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

que bueno tio te sigo me gustan tus comentarios y me parece raro que no tengas algo escrito ya por ahi,te sigo tio no cambies.

Follamimbres dijo...

En serio que la forma que has tenido de trabajarte ya esto a sido impresionante. Muy bueno no, buenisimo.

Máximo dijo...

A mí cuando me pitan al medio segundo de ponerse el semáforo reemprendo la marcha a la velocidad de 5 km/h para que el de atrás la próxima vez pite menos.

Entre nuevas zonas azules, nuevas zonas de prohibido aparcar, obras y el puto tranvía de los cojones que nadie quería efectivamente la alcaldesa conseguirá que nadie salga con el coche por Jaén, ...

Claudia dijo...

Ahhajajajaja, con la entrada como peatón he reido mucho pero ésta ya es impresionante, tienes un humor irónico que no tiene precio, enhorabuena de verdad.

Rafistalkis dijo...

Jeje, para mi la mejor es la primera, la de "Diario de un viajero..de Jaén". Claudia, bienvenida a nuestra pequeña comunidad!!!

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