Animales

09 abril 2011

No sé qué me pasa. Estoy seco. Las musas ya no llaman a mi mente y ni las busco ni las espero. Ni con el dulce alcohol estoy inspirado. Un buen amigo y mejor periodista me dijo tras ganar el premio del diario Ideal: "has ganado, pero que sepas que no escribes ni la mitad de bien que yo, ni tienes el tempo de Jorge Pastor ni la calidad de Antonio Agudo". Textual y en cursiva, que mola más. Coño, tenía toda la razón. Simple y llanamente. La tenía, la tiene y la tendrá. Hace tiempo que no leo, me paro cuando escucho una ambulancia y hablo muy alto. En definitiva, me estoy volviendo un puto jaenita. Estoy convencido de que triunfar en esta ciudad es muy fácil. El listón esta tan bajo que hay que ser imbécil para no llevar una vida cómoda. No garantizo grandes lujos, pero el desahogo está garantizado.

En ocasiones me siento diferente. Noto que soy el único al que le molesta que la inmensa mayoría de jienenses sean tan analfabestias. Y es que tiene huevos. Me da mucho asco salir a la calle y escuchar ese lenguaje basto usado con orgullo. Y es que no hay nada más penoso que rendir pleitesía por algo objetivamente erróneo. Me recuerda a los cerdos revolcándose en el barro. Desde dentro son felices, pero desde fuera es una escena dantesca.

Pensad un momento si el terremoto de Japón hubiera sucedido en este pueblo. Violaciones, robos y abusos varios -el orden no es al azar-. No exagero ni un ápice. Me imagino encerrado en mi casa atemorizado por cada ruido causado por un humano. La teoría de Hobbes goza aquí de una nueva dimensión. Hacedme caso y construiros un bunker dónde la incultura y la estupidez no pueda pasar. Yo lo estoy haciendo. Pero aún me queda mucho.

2 comentarios:

Danillana dijo...

Vaya memorión. En esa frase lo único que trataba de transmitirte era mucho ánimo para que no te rindieras ni te estancaras, que lucharas por mejorar y superarte porque, tío, tú ya has conseguido lo más difícil: que te reconozcan y que te lean. Tú haces en un día las visitas que hago yo en un mes y eso no es casualidad, tiene una explicación: trabajas el blog a diario, actualizando, escuchando a la gente y tocando temas que interesan.
Con ese camino que llevas ya hecho es normal que a veces te entre un poco de vértigo, pero no puedes desesperarte. Jaén sí da para más, aunque sea potencialmente. Creo que al final, si gritas en el desierto, alguien te escucha. La prueba es toda la gente a la que le duele que vayas con tu verdad por delante y se ceban en el insulto fácil y la patada al diccionario.
Y respecto a lo que dices pues, que quieres que te diga, yo cada vez soy más partidario del diatopismo jiennense como seña de identidad, que no ha de estar reñido con una expresión correcta en lo gramatical y en lo ortológico, la gente no habla tan mal aquí como pudiera pensarse y, desgraciadamente, lo soez se ha universalizado. Respecto al tema de la cultura, creo que no es sólo un tema de formación, la gente tiene ahora a su disposición libros, música, cine, arte (¡gratis1) a través de internet, se está en la escuela de forma obligatoria más años que nunca y hay medios como nunca los hubo. Iletrados ha habido siempre, antes eran una amplia mayoría; el problema es que somos un pueblo amoral, brutal, a veces siniestro. Ya nos retrató Goya. Jaén es impermeable al cambio y el ideal de la crueldad española, en mi humilde opinión, está establecido en todo su esplendor. Lo peor de eso es que antes -durante siglos- eramos también hombres de honor, pero desde los ochenta la Junta te cambia eso por dos cubatas de Brugal y un condón con sabor.

Anónimo dijo...

Cuando hablas de Jaén y jaenitas, yo lo generalizo con la sociedad española en general, por que ... he tenido la suerte de viajar, y en todos sitios cuecen habas.

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