Trabajando de espaldas al público

05 octubre 2010

Hay un estanco cerca de mi casa al que no suelo ir por el trato que he recibido en alguna de mis visitas, además de tener un horario demasiado flexible y alternativo. De hecho, prefiero desplazarme hacia el principio del Gran Eje que destinar un sólo céntimo a mantener a flote este negocio. Sin embargo, esta mañana tenía prisa y me he visto obligado a consumir en él. La transcripción de la "conversación" mantenida ha ido esta:



Yo: Buenos días. Un paquete de Ducados rubio, por favor.

Estanquero: (...)

Yo: ¿Son 3,20, verdad?
Estanquero: (...)
Yo: Muchas gracias, simpático.
Estanquero: (...)


Hay que puntualizar que esta conversación -mejor dicho, monólogo- se ha producido sin que el estanquero me mirase un vez a la cara. Esto no es algo aislado. Cada vez en más ocasiones salgo de los establecimientos mascullando palabras malsonantes entre dientes por la atención recibida. Podría exponer miles de casos similares a este, pero los voy a reducir a dos.

1. Odio ir a Correos. Sin embargo, para recoger para recoger paquetes hay que pasar por este trago. Los sábados la sucursal de Peñamefécit cierra a las 14:00, por lo que fui media hora antes como un cliente responsable. Al entrar me encontré un cola considerable, motivada por la presencia de una señora mayor (vieju...) que pretendía que el trabajador que se agazapaba tras el mostrador supiese la dirección de su sobrino con tan sólo el nombre y el primer apellido -si es que son adorables-. Los dos trabajadores del uniforme amarillo tenían una parsimonia que denotaba su falta de actitudes, aptitudes y vergüenza. A las 14:00 -aún quedábamos tres personas en el interior-, uno de los trabajadores se levanta y, sin mediar palabra, nos espeta: "es la hora de cerrar. Pongan una reclamación si les da la gana, yo les doy los formularios". Lógicamente no me fui y me llevé mi paquete conmigo. Pero me quedé impactado con la escena. Además de torpe, maleducado y amargado, chulo. Una joya.


2. El escenario de la siguiente historia es la delegación de Cajasur de la calle Miguel Castillejo. Mi pareja necesitaba comprar unas arras para una boda y, previa llamada telefónica a la central, le indicaron que en esta sucursal podría adquirir las que quisiera. Su sorpresa se produjo cuando se acercó a una oronda cajera -son las señas que tengo- y ésta se levantó resoplando y gesticulando con la cabeza. Cuando regresó no traía las suficientes monedas solicitadas, por lo que mi novia le explicó con maneras amables que las arras tienen que ser todas iguales. La contestación, con maneras soeces y chabacanas, fue: "Mira, que ya te he dicho que no hay más. Que si te gusta bien y sino las buscas en otro sitio". En esos momentos sé de buena tinta la rabia que corre por tus venas. Es increíble que haya personas con ese nivel educacional trabajando de cara al público. Como eso no podía quedar así, mi pareja tuvo que bajar al nivel de la cajera para ver si así conseguía hacerse entender y lo hizo. Y al final sí que había monedas, qué curioso.


No todo el mundo puede trabajar de cara al público. Hace muchos años, el profesional que debía de tratar directamente con el cliente necesitaba aglutinar una serie de requisitos que no estaban al alcance de cualquiera. Hoy en día, cualquier gañán que duramente sabe escribir y leer tiene un puesto detrás de un mostrador. Cajeras de supermercado hablando como gitanas y gritándose entre pasillos, administrativas en los despachos hablando por teléfono con sus amigos a grito pelado ante una cola de clientes, policías mascando chicle con la boca abierta y andando como Jonh Wayne o funcionaros cuchilleando entre risas mientras miran de reojo cómo espera una persona a que terminen son situaciones que ocurren todos los días en nuestra ciudad. Y es esto en la provincia con más tasa de paro de toda España. Hay algunos que no saben que en los tiempos que corren quien tiene un trabajo tiene un tesoro.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

En ese estanco me han llegado a gritar porque no tenian lo que les estaba pidiendo, nunca volvi a entrar ahí, me niego... subiendo la cuesta del centro de salud, haciendo esquina en frente de la autoescuela pegalajar hay otro estanco donde son la mar de majos, y esta mas cerca que el del principio del gran eje

Rafistalkis dijo...

Hablamos del mismo entonces, jeje. El que está cerca de la iglesia de San Félix y de la Universidad popular...

Máximo dijo...

Rafistalkis pues tú ahora imagínate en el caso de la gente que trabaja con personas mayores y gente con enfermedades tipo alzheimer el mismo amor por el trabajo, tratan a los pobres ancianos en muchas ocasiones como una auténtica carga, y sin mostrar un ápice de interés por los enfermos, sólo van, hacen el trabajo y los tratan como mercancía.

Lo de los estancos entre todos los podíais joder dejando de fumar. Y así encima se beneficia todo el mundo.

Anónimo dijo...

Sí que tienes razón. Una cosa es que en todos los oficios se fume y otra cosa distinta es que encima de que vas a comprar en sus establecimientos te traten a puntapiés. Tengo en mente, si algún día llego a montar a un negocio, cogerlos a todos y hacer un "tour" por algunos negocios que tengo en mente, para que vean como se atiende al cliente, y luego decirles: así NO.

Particularmente me saca de quicio que entre en un negocio y no se molesten en saludarme o dirigirse hacia mí en un buen rato. Cruz y raya.

Unknown dijo...

Yo siempre a ese estanco cuando fumaba le llamaba el estanco de los "Malafollá". Ignoro si ha cambiado de propietarios, pero eran una pareja donde ella era algo marchosilla pero él un auténtico gilip.....

Quitate del tabaco,es bueno para la salud, el bolsillo y te alejará del "Malafollá".

Fernando dijo...

jajaja es curioso, mis amigos yyo tambien lo llamamos el estanco del "malafollá". LLevo viviendo 5 años en jaén y cada dia los modales de toda la familia (no se salva ninguno) se van volviendo más rudos

pirotecnico escribio y dijo...

hola os cuento mi historia, llego, un fortuna por favor y me dice un señor mayor, eso que es? tabaco o puros, no señor señor tabaco, eaa es que me han dejao aqui mis hijos y yo no tengo ni idea de esto, bueno cuanto le debo, no se tu sabras lo que vale, joe pues 3.40 es lo que vale en todos los estancos , pues dame eso hijo...... vamos si hubiese ido con mala intencion le atraco el estanco y seguro que los HIJOS si si pero de p...... les daban igual, lamentable establecimiento en un lugar tan importante.chapo por el abuelo con su cara de buana gente se aprovechan sus familiares........verguenza me daria joe.............

LUIS dijo...

Yo también dejé de ir al estanco de marras.
Te sientes como un gilipollas cuando le das los buenos dias, o buenas tardes y el señor no contesta.
¿SERÁ MUDO?

Havoc dijo...

Pues porque no os ha tocao lidiar con la gorda-lesbiana-peliblanca del BBVA que hay al lado de la Seguridad Social. No he visto una cosa igual de mujer: tan desagradable en el trato como a la vista. Una vez vi a uno de la cola sacarse los ojos porque no podía soportar la visión.

En alguna ocasión he ido obligado a hacer alguna gestión y juro que la última vez si se me llega a poner flamenca, saco el dinero de la cuenta y le pongo una reclamación por borde.

Rafistalkis dijo...

Pues no he tenido el gusto, jeje. Me ha encantado lo de sacarse los ojos, qué grande!

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