Multas educativas

13 septiembre 2010


Hay tantas formas de educar como personas viven en Jaén. Algunas son malas y otras buenas. Sin embargo, entre el negro y el blanco existen multitud de matices que deben ser analizados. Nos pasamos la vida escudriñando la mejor manera de educar a nuestra prole sin saber si estamos dando en la diana. Y es que no existe un sistema educacional tipo. Uno puede ser válido para una persona y destructivo para otra. Eso por no hablar de la educación ciudadana, en la cual nos vemos obligados a establecer patrones porque no tenemos medios, tiempo ni ganas de establecer un sistema para cada ciudadano. Y bajo el paraguas de mi criterio existe una figura que puede solucionar muchos de los problemas cívicos que llevamos sufriendo en Jaén desde tiempos inmemoriales. Se trata de la llamada "multa".

Cuando un ciudadano abandona su coche en un carril de la avenida "Pequeño Eje" de Andalucía -por ejemplo- provoca que a partir de ese instante dicho tramo deje de ser útil el tiempo que el conductor decida. Por tanto, está cometiendo un acto egoísta que provoca que el resto de conductores se vean obligados a cambiarse de carril, reducir la velocidad o incluso detenerse. El 99 por ciento de esta acciones quedan impunes, si acaso con algún ilegal pitido de protesta.

Si a ese conductor se le pusiese la correspondiente multa, todo cambiaría. Todo ciudadano tiene el libre albedrío para cometer infracciones. Sin embargo, dichas acciones deberían tener una contrapartida económica. Si yo cometo un acto incívico debería compensar a mis congéneres con una cantidad de dinero que fuera destinado a mejorar las infraestructuras de la ciudad. Es decir, anular un acto incívico con otro cívico.

Si decido tirar la basura a unas horas no permitidas, tendré que pagar una cantidad que irá destinada a mejorar la calidad de los contenedores. Si me saltó un semáforo en rojo, dinero para mejorar las carreteras. Si tiro un papel al suelo, dinerito para papeleras. Lo ideal sería que los incívicos, ya que nos amargan un poco la existencia, colaboren más que el resto a mejorar la ciudad. Lamentablemente esto no es así. El porcentaje de infracciones que se sancionan es ínfimo y esto anima a los incívicos a hacer de nuestras calles su cortijo particular.

Recuerdo con nostalgia la imagen de una pareja de policías en la Plaza Santa María pidiendo a un motorista que diese gas a su moto para medir con un aparato los decibelios que desprendía. O a otra pareja poniendo una multa a un coche que circulaba con la música a todo volumen rompiendo el descanso de los vecinos. Qué tiempos. ¿Se han dado cuenta que desde hace varios meses hay más coches con la música a un volumen infernal y que casi todas las motos hacen un ruido bestial? Esto es la consecuencia de la pasividad que venimos denunciando. Y llegará un momento en que estas acciones serán tan aceptadas que se instalarán en nuestro modus vivendi. Aún estamos a tiempo de pararlo. Pero el tiempo corre. Tic tac.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que pasa cuando el acto incívico como le llamas es realizado por las autoridades competentes para evitar este tipo de actos, además utilizando un abuso de autoridad. No niego que tengas razón en lo que expones pero controlemos primero a quienes tienen que controlar la pacifica convivencia ciudadana y después a los infractores = ).
La Policia Local de Jaén deja mucho que desear

Jams dijo...

Buen momento para escribir esta entrada, precisamente cuando más duras están las multas en Jaén...

Rafistalkis dijo...

Los empleados públicos es una de las partes más importantes de nuestra sociedad y una de los causantes de muchos de nuestros males. Me explico. Cuando alguien aprueba una oposición, se ve con trabajo toda la vida y sabe que algo muy grave tiene que hacer para que lo echen. Y así pues se van adormilando hasta llegar al punto de hoy en día.

Los empleados públicos tendrían que tener el doble de controles que los privados. En el caso de los policías locales, controles de esfuerzo en función de su edad, pruebas de drogas cada dos meses y expulsión del cuerpo cada delito que cometan. Esto es una cosa lógica que ningún policía estaría dispuesto a cumplir.

adela dijo...

No demonices a los empleados públicos hombre.
El mas de Jaén es que somo unos mal educados y estos arranca de nuestras casas, de nuestra infancia. Ahora no querramos que la policia arregle a base de recetas monetarias lo que no hicieron los responsables nuestros en cada hogar.

Máximo dijo...

Siempre he estado a favor de "multar todo lo multable" porque para eso hay gente que lo hace bien y la gente que lo hace mal debe ser castigada, ¿no? Además multas ejemplarizantes, 300 euros mínimo y nada de descuentos por pronto pago ni demás chorradas, plazo de 90 días y si no se paga embargo judicial. Aumentaremos la liquidez del consistorio y la ciudad será un poco más habitable.

Rafistalkis dijo...

En lo de maleducados estoy de acuerdo.Ayer justo me amenazaron un grupo de estos grandes ciudadanos a los que la Junta de Andalucía les regala los pisos por lo bien que lo han hecho. Y sólo por acercarme a mirar una cosa para hacer mi trabajo.

Y yo no demonizo a los funcionarios, pero sí al sistema. No pueden exigirte tanto para llegar y tan poco para mantenerte.

Anónimo dijo...

Si no exigieran poco para mantenerte nadie se esforzaría tanto para llegar.
La mala educación no es exclusiva de ese tipo de gente a la que te refieres. Es como la envidia, que es el deporte nacional y yo diría que aún mas en Jaén.

Rafistalkis dijo...

"Si no exigieran poco para mantenerte nadie se esforzaría tanto para llegar".

Pues tienes toda la razón, ahora que lo pienso. Chapeau para ti!!!

luis dijo...

Y dale perico al torno con el mismo tema.
Que solo obedecen las órdenes dadas y punto.

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