Paseando por el infierno

06 octubre 2009

Señora alcaldesa, hoy me he levantado temprano como todos los días. Me he duchado y he desayunado. En cuanto he puesto un pie en la calle, una de las monstruosas excavadoras que pululan por el futuro museo ibérico me ha dado los buenos días atizando el suelo violentamente con su enorme anexo de hierro. He necesitado respirar hondo durante unos segundos para acumular las fuerzas necesarias para proseguir mi marcha.

Mi camino me ha llevado al Paseo de la Estación, por lo que imagínese usted la tensión que llevo acumulada en las pocas horas que llevamos de día. ¿Por qué? Simplemente porque tan sólo el hecho de cruzar dicha avenida ha supuesto que cinco excavadoras me revienten el tímpano, un atasco monumental ha provocado que tuviese que sortear numerosos coche para llegar a la otra acera y, para colmo, me he visto obligado a cruzar por el medio de la carretera porque sus obreros han decidido eliminar los pasos de cebra.

¿Sabe lo más curioso de todo? Que vivo a escasos cuatro minutos de mi trabajo. Pero, siga leyendo señora alcaldesa, que ahora viene lo mejor. Durante toda la mañana he tenido que aguantar que varias máquinas me taladrasen el cerebro conuna broca del diez. ¿Pero sabe qué? Que esto no sólo ha sido hoy, fue ayer, antes de ayer y el otro. Y será mañana, pasado y el otro también. ¿ Cuantos años voy a tener que aguantar esto, señora alcaldesa?

Me da igual que Jaén sea bonito o no, señora Peñalver. Lo único que quiero es un lugar para vivir, dónde pueda pasear por la calle y no estar obligado a echar a correr para conservar mis oídos y mi tranquilidad. Lo que Jaén era antes, en definitiva. Usted y su partido ha convertido Jaén en un verdadero infierno, un lugar donde no se puede ni vivir ni trabajar agusto. ¿Y qué nos ofrece a cambio? Nada, no hay contrapartida. Bueno sí, un medio de transporte inútil, desfasado, rígido y caro y una ciudad caótica dónde circular libremente con un coche será una utopía. No quiero sacrificar mi salud mental para que, de higos a brevas, nos visiten cuatro guiris despistados que se han equivocado de destino y en realidad querían ir a Úbeda o a Baeza. Piense primero en los jiennenses, señor alcaldesa. Por ahora no lo ha hecho.


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